La visita de Estela de Carlotto al Solar de las Artes y a nuestra sede sindical, más allá de las respetables opiniones personales, ha tenido una positiva repercusión, tanto en los medios de comunicación como así también entre muchos afiliados, delegados, otros gremios y la sociedad en general.
En la oportunidad de proyectarse la película Verdades verdaderas. La vida de Estela, en el Solar de las Artes, la convocatoria superó todos los cálculos, y fue impactante el efecto entre los asistentes.
La palabra de Estela de Carlotto, con un mensaje desprovisto de revanchismo, sin resentimiento, en un firme reclamo aunque con amable tono y con una correctísima expresión, sin golpes bajos, lejos de los insultos o de las agresiones, contuvo la dispar posición política de los asistentes y aún las sensaciones y diferentes sentimientos que en todo momento pudieron convivir o coexistir, frente a una verdadera madre y abuela que legitima esencialmente la demanda de justicia en su condición de madre, que reclama por el asesinato de su hija, y por la pronta aparición de su nieto Guido…
Es también absolutamente cierto que su reclamo no se agota en lo meramente personal, alcanza a los aproximadamente 500 nietos buscados y a todos los desaparecidos y asesinados durante la última dictadura militar.
Es muy difícil expresar, al menos para mi, todo lo que moviliza y provoca esta mujer, que se autodefine como “común”, como “muy normal” y otras simplicidades semejantes, pero que en todo el mundo es homenajeada, respetada, admirada, querida o no, pero en todos los casos muy considerada, casi sobredimensionada, pese a su diminuta estatura física.
En la presencia de los delegados admitió su gusto por ser maestra…, y que se sigue considerando una maestra…
Admitió no ser jurista ni política, pero no rehuyó ninguna temática y, como simple mujer que se considera, opinó sobre las diferentes coyunturas con la autoridad que deviene de sus más de 35 años de lucha…, como madre y como abuela.
Tuvo la inmensa paciencia para escuchar a todo el que le quiso decir algo, y no se negó a ninguna foto…, y fueron miles…!
Agradeció permanentemente las demostraciones de afecto, generando con su dulzura y con sus gestos reiteradas razones para más cariño, más aplausos y más emoción…
Lo dije frente los delegados y creo no equivocarme, estuvimos junto a la mujer argentina que en estos tiempos, es la más reconocida, la más admirada y respetada en todo el mundo…!