En el tercer encuentro del Ciclo “Estación Palabras”, contamos con una visita de lujo, como fue la presencia de Walter Operto.
Operto, periodista, dramaturgo y militante, oriundo de San Mariano (Departamento Las Colonias), cuenta en su haber con una extensa trayectoria que compartió con nosotros en una charla extensa, íntima y relajada, repasando los principales hitos de su carrera y debatiendo sobre el pasado, presente y futuro del “oficio de comunicar”.
Periodista y corresponsal de la Revista Así, una mítica publicación trisemanal que durante los años ’60 llegó a vender más de un millón y medio de ejemplares por tirada, fue testigo privilegiado de acontecimientos que marcaron la historia.
Con las oportunas intervenciones de Daniel Dussex, algunos de esos momentos fueron recuperados de la memoria, como la cobertura del retorno del General Juan Domingo Perón a la Argentina, la muerte del Cura Mugica, con quien mantuvo una relación de amistad y el último reportaje que diera el líder sindical José Ignacio Rucci.
Sin embargo, el trabajo por el cual obtuvo reconocimiento mundial, fue el que – junto al reportero gráfico Hugo Lazaridis – realizaron para la Revista Así en Bolivia, develando cómo fue asesinado Ernesto “Che” Guevara.
En octubre de 1967, las Fuerzas Armadas bolivianas, habían dado a conocer al mundo la “muerte en combate” de Ernesto Che Guevara, tres días después a bordo de una avioneta Cessna 182 Skylane, propiedad de la empresa editorial, Walter Operto junto al fotógrafo, aterrizan en el pequeño pueblo de Valle Grande y comienzan un trabajo de investigación periodística que permitió establecer que el Che había sido fusilado en realidad.
Estas entrevistas con los jóvenes soldados bolivianos y con el forense que examinó el cadáver de Guevara, fueron publicadas un par de días después por la Revista Así, a pesar de la desmentida del Gobierno de Bolivia que afirmaba que los corresponsales argentinos eran en realidad agentes al servicio de la guerrilla.
La charla recogió cada detalle que nuestro invitado alberga en su memoria, porque como a él mismo le gusta decir: “La memoria mía es tan larga como mi vida”.
Finalmente, los asistentes quisieron conocer sus opiniones sobre el universo actual de la práctica periodistica y Walter, con la misma sencillez con que describe y relata sus miles de anécdotas y encuentros con personalidades relevantes del campo del arte, la política y la sociedad, resume: “Todo periodista es un militante, lo distintivo y lo central estriba en la ética con que el periodista ejerce su labor. Y eso se traduce en algo muy simple como es decir la verdad y no mentir”.